miércoles, 30 de abril de 2014

COMENTARIOS A UNA LISTA

LAS 50 MEJORES PELÍCULAS DE LA HISTORIA DEL CINE SEGÚN SIGHT AND SOUND

Cada 10 años la revista británica Sight and Sound publica una lista de las que, según el criterio de sus redactores, son las 50 mejores películas de la Historia del Cine. Es menester aseverar que la citada revista goza de un prestigio algo inmerecido. La he leído intermitente a lo largo de mi dilatada pasión por el cine, pasión que como es sabido suele ser antagónica con la razón. La compraba en la fastuosa librería especializada “Ocho y medio” de Madrid o en mis anules viajes a Londres, y casi siempre me pareció – como la estadounidense Film Comment – una versión anglosajona de “Cahiers du cinema”, aunque con frecuencia ambas mejor escritas. Los críticos más notables en una y otra fueron quizá Robin Wright – excepción hecha de su puritano libro “Howard Hawks, la amistad viril”, en el que no osó profanar al más gringo de los directores (y uno de los mejores, no fastidiemos) obviando que la “amistad viril” no era otra cosa que homosexualidad apenas disimulada – y la estupenda Penelope Houston, adalid del viejo y muy trasnochado “free cinema”, en “Sight and Sound”, y el todavía vivo, jubilado y magnífico Jonathan Rosenbaum y el insoportable Andrew Sarris en “Film Comment”. (1)
El pasado 2013 fue año de listas y ésta fue la de “Sight and sound”

1.      Vertigo (Hitchcock, 1958)
2.       Citizen Kane (Welles, 1941)
3.      Tokyo Story (Ozu, 1953)
4.      La Règle du jeu (Renoir, 1939)
5.      Sunrise: a Song for Two Humans (Murnau, 1927)
6.      2001: A Space Odyssey (Kubrick, 1968)
7.      The Searchers (Ford, 1956)
8.      Man with a Movie Camera (Dziga Vertov, 1929)
9.      The Passion of Joan of Arc (Dreyer, 1927)
10.  8 ½ (Fellini, 1963)
11.  Battleship Potemkin (Sergei Eisenstein, 1925)
12.  L’Atalante (Jean Vigo, 1934)
13.  Breathless (Jean-Luc Godard, 1960)
14.  Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979)
15.  Late Spring (Ozu Yasujiro, 1949)
16.  Au hasard Balthazar (Robert Bresson, 1966)
17.  Seven Samurai (Kurosawa Akira, 1954)
18.  Persona (Ingmar Bergman, 1966)
19.  Mirror (Andrei Tarkovsky, 1974)
20.  Singin’ in the Rain (Stanley Donen & Gene Kelly, 1951)
21.  L’aventura (Michelangelo Antonioni, 1960)
22.  Le Mépris (Jean-Luc Godard, 1963)
23.  The Godfather (Francis Ford Coppola, 1972)
24.  Ordet (Carl Dreyer, 1955)
25.  In the Mood for Love (Wong Kar-Wai, 2000)
26.  Rashomon (Kurosawa Akira, 1950)
27.  Andrei Rublev (Andrei Tarkovsky, 1966)
28.  Mulholland Dr. (David Lynch, 2001)
29.  Stalker (Andrei Tarkovsky, 1979)
30.  Shoah (Claude Lanzmann, 1985)
31.  The Godfather Part II (Francis Ford Coppola, 1974)
32.  Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976)
33.  Bicycle Thieves (Vittoria De Sica, 1948)
34.  The General (Buster Keaton & Clyde Bruckman, 1926)
35.  Metropolis (Fritz Lang, 1927)
36.  Psycho (Alfred Hitchcock, 1960)
37.  Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce 1080 Bruxelles (Chantal Akerman, 1975)
38.  Sátántangó (Béla Tarr, 1994)
39.  The 400 Blows (François Truffaut, 1959)
40.  La dolce vita (Federico Fellini, 1960)
41.  Journey to Italy (Roberto Rossellini, 1954)
42.  Pather Panchali (Satyajit Ray, 1955)
43.  Some Like It Hot (Billy Wilder, 1959)
44.  Gertrud (Carl Dreyer, 1964)
45.  Pierrot le fou (Jean-Luc Godard, 1965)
46.  Play Time (Jacques Tati, 1967)
47.  Close-Up (Abbas Kiarostami, 1990)
48.  The Battle of Algiers (Gillo Pontecorvo, 1966)
49.  Histoire(s) du cinéma (Jean-Luc Godard, 1998)
50.   City Lights (Charlie Chaplin, 1931)
51.  Ugetsu monogatari (Mizoguchi Kenji, 1953)
52.   La Jetée (Chris Marker, 1962)
Un día no me privaré de la mía, claro está. Toca ahora discutir la de los ingleses.

El orden es lo de menos, aunque evidentemente “Ciudadano Kane” es mucho mejor que “Vertigo” por mucho que se empeñe el cahierismo en que Hitchcock ha sido el genio supremo del cine. Ello  no empece la calidad del film que en hispanas tierras se tituló “De entre los muertos”, solo que el maestro del suspense no era un cineasta adecuado para una historia de “amour fou” y de que nunca me pude creer que la bellísima Kim Novak se enamorase locamente de un carrozón James Stewart. Este tremendo error de reparto – ya perpetrado por Hitchcock en la mediocre “La ventana indiscreta”, con otra guapísima y jovencísima Grace Kelly y ,otra vez,  el más que cuarentón Stewart que sí que era válido como buen padre de familia y esposo de Doris Day en la segunda versión de “El hombre que sabía demasiado”. Así que ye tengo la primera que me sobra en la muy consultada lista por la cinefilia militante. Tampoco es para tanto la estupenda “Psicosis”.

Tampoco se muy bien que pintan “A bout de soufflé”, “Le mépris” “Pierrot le fou” o las “Histoire(s) du cinema de Godard, aunque todas sean (bueno, “Pierrot”, hum) de lo más frecuentable del “puto Godard” (haced esta pregunta en Google y veréis, veréis lo que hay que gritar cuando nos sucede cualquier accidente doméstico, por ejemplo). El ya octogenario dios francosuizo de “Cahiers du Cinéma” amenaza, por cierto,  en el inminente Cannes 2014 con ¡¡una peli en 3D!!. Da igual, no la veré jamás. Como no ha de faltar una de John Ford, pienso que “El hombre que mató a Liberty Valance” o “Que verde era mi valle” son asimismo superiores a “Centauros del desierto”. Gran película…..salvo en la parte de la estúpida relación amorosa del tontilón personaje del guapito Jeffrey Hunter. Respeto sin entusiasmos mayores “El hombre con la cámara” de Dziga Vertov y lo mismo me sucede con “El espejo” de Tarkovski. Curioso: dos más del ruso prematuramente fallecido, la intragable “Stalker” y la sobresaliente “Andrei Roublev”  Y ya que hay dos Ozus (muy justificadamente), por qué no dos Eisensteins, me congratula que siga estando el inmortal Acorazado (jamás figuraría en la francesa “Cahiers” o en las clónicas españoleas “Caimán” y la horrorosa “Dirigido”), pero me falta la portentosa “Iván el terrible/La conjura de los boyardos”. O dos Chaplin (“Monsieur Verdoux”, “La quimera del oro”, “Tiempos modernos, “Una mujer de Paris”….), o dos Murnau (“El último”…)

Tres de Dreyer son demasiadas aunque a ver quién es capaz de ponerle el cascabel al gato y dudar de su bellez, y una de Bergman es poco aunque comparta el que “Persona” sea su film más importante (pero…..”Fresas salvajes”, “Fanny y Alexander”, “En presencia de un clown”, “Los comulgantes”, “Saraband”…). Asombroso tres Kurosawa, ni la potente “Los siete samuráis” incluiría yo, y ridículo lo de Satyajit Ray. “Pather Panchali” es una obra maestra, más ¿Qué otra cosa son las que conforman la Trilogía de Apu, “Aparajito” y “El mundo de Apu”?. Lo del maestro hindú es de juzgado de guardia. La trilogía de Apu es como la Santísima Trinidad, tres personas y un solo dios verdadero. Otros excesos: “L’Atalante”, “Apocalypse now”, “El padrino II” (los diálogos no son de Shakespeare sino de Mario Puzo, porsiaca), “In the mood for love”, “Mullholand drive”, “Taxi driver”, “El maquinista de la general”, “La batalla de Argel” “Los 400 golpes”, “Con faldas y a lo loco” y “Jeanne Dielman”. Todas ellas excelentes películas, ninguna obra maestra. Y confieso que detesto más de la mitad de “La dolce vita” y la totalidad de “Playtime” o “La jetée”. Y que antes que “Ladrón de bicicletas” me quedo con “Umberto D”. Idem de ídem con el asno Balthazar, prefiero “Un condenado a muerte se ha escapado” o “El dinero”.

Lista muy, muy cahierista - ¿ahí va cuanto Godard?-. Me pregunto: ¿Dónde están Visconti, Ophüls, Lubitsch, Haneke, Resnais, Angelopoulos, Vidor, Wyler, Sokurov, Dovjenko, Lean, Guitry, Pagnol, Powell…..y ¡¡¡LUIS BUÑUEL!!!. Y ese monumento gigantesco- en todos los sentidos – que es “La condición humana” de Masaki Kobatashi. No discuto más. Ya dije que milito en otro bando cinéfilo. El canon de Susan Sontag es infinitamente más válido que esta penosa lista. En cursiva las que me parecen indiscutibles. ¡¡Uy, qué poquitas!!.
Luis Betrán

jueves, 24 de abril de 2014

REGRESO AL PRESENTE 2

RELATOS SOBRE PELIS DE AHORA (II

NIMPHOMANIAC, DE LARS VON TRIER (2013)


Con el inefable Lars me sucede que no me llevo con él demasiado bien. De hecho siempre me parece que el disfrazado payasete (y muy listo) danés siembra entre col y col desabridas lechugas. En sus comienzos me disgustaron sobremanera “El elemento del crimen” y “Europa” y me sorprendió su excelente “Medea” para la TV – más inventiva y menos críptica que la de Pasolini - , de su período “dogmáticos” me lo pasé bomba con la provocación de “Idioterne”, más tal placer resultó efímero. Von Trier enseguida se tomó a sí mismo en serio y se autoproclamó – sin general consenso – gran autor e intelectual de postín. Ni lo uno, ni lo otro. Odié “Rompiendo las olas” (bueno, no tanto), “Bailar en la oscuridad” (aquí mi furia alcanzó a la chillona cantante islandesa Björk, la hubiera estrangulado), amé “Dogville”, detesté “Manderlay”, me sentí estafado por “El jefe de todo esto”, hubo secuencias de “Anticristo” que me impactaron – el arranque con la muerte del niño a los hermosísimos sones del “Lascia io piango” haendeliano – y otras que más que asco me produjeron risa por gratuitas.


“Nimphomaniac” no me reconcilia con el exhibicionista danés (y me gusta muchísimo el cine que se viene haciendo en Dinamarca en los diez últimos años y que aquí – con las excepciones de S. Bier y T. Vitenberg – no solemos ver, (tampoco parece que la más meridional Escandinavia sea un Estado del santísimo Imperio USA de James Gray o Terrence Malick). Cinco horas de cine bastante convencional y que evoca a cualquier película de episodios. Porque eso es lo que propone la nada escandalosa obra: sketches diversos, entre los cuales tan solo me resultan muy divertidos el de Umma Thurman y el sadomasoquista de Jamie Bell. Con un final previsible desde el principio, “Nimphomaniac” es susceptible de causar honda decepción a cinéfilos y…..erotómanos con flecos de porno adictos.

LE PASSÉ, DE ASGHAR FARADY (dedicado a Jafar Panahi)


Farady es seguramente el mejor cineasta iraní desde que el gran Jafar Panahi fue encarcelado, torturado y finalmente recluido en su casa sin poder asomarse al exterior en ¡¡veinte años!!. Panahi es el autor de la mejor y más lacerante película realizada enfrentándose al fundamentalista, y abominable, mandato de los ayatolás: “El círculo” (2000). Lo pago bien caro, pero aún fue capaz de filmarse a sí mismo, en su forzada reclusión, en la estupenda “This is not a film” (2011), que en Zaragoza vimos hace trece años en el cine Cervantes (VOSE, naturalmente) como más que plausible clausura de esa Muestra de Cine y Derechos humanos que con tanto esfuerzo y perseverancia ofrece cada año (y esperemos que siga en 2015) mi entrañable amigo y compañero de la Tertulia Perdiguer, el gran Toni Alarcón.


Confieso, sin pudor alguno, que soy del todo incompatible con el muy alabado (vía cahierismo) Abbas Kiarostami, a quién debo algunos de los momentos más aburridos y somnolientos que he sufrido en un cine en los últimos años. Recuerdo – ni me molestaré en citar los títulos – aquella del tipo que daba vueltas con un todoterreno invitando a tutiplén a que le ayudaran a suicidarse, o la otra del teléfono móvil. Y, masoquista que es uno, me he chupado todas y cada una de sus “puestas en escena” de la nada. En Cahiers du Cinéma odian el cine político en general y a Ken Loach en particular. Lógico en una revista que fue siempre gaullista y de la más rancia derecha, aunque Godard se vistiese de rojo después de mayo 68 y la más influyente publicación cinematográfica decretase varios años “los Estados Generales” (¡¡toma ya, la Revolución de los Danton, Marat y Robespierre¡¡) y “castigase” a sus lectores no mostrando las “mejores del año”. Atroz tortura, mon dieu.


Asghar Farady roza y hasta se sumerge en “lo político” y solo así adquieren todo su valor las estupendas “A propósito de Elly” o “Nader y Simir, una separación”. Esta última fue premiadísima, oscarizada etc….en vista de lo cual su director se largó a Paris no le fuese a ocurrir algo similar que a Panahi. Esos dos films son excelentes, pero “El pasado” les supera. Farady es el cronista de las disfunciones de las familias iraníes y su fuerte son los guiones de hierro repletos de abundantes y muy bien escritos diálogos. Luego, su “puesta en escena” no será tan exquisita como la de Kiarostami, pero tiene mucho que decir sobre su país, y el sujeto que reinventó la magistral “Viaggio in Italia” rosselliniana no o, mejor, no le interesa. De hecho, ni siquiera mostró gestos de solidaridad con Panahi ante el estupor y el llanto de Juliette Binoche. Sucedió en Cannes, Festival de Festivales.

“Le passé” se aleja de “Nader y Simir” al prescindir de concesión alguna a una posible empatía con el espectador. Dura más de dos horas y los diálogos se atropellan y además están repletos de “secretos” y mentiras”. Son cuatro los protagonistas, más una ausencia importantísima que solo entrevemos el final en uno de los más bellos desenlaces que he visto últimamente. Actores y actrices interpretan con una pasmosa credibilidad y la conclusión sería que aunque no se puede vivir en Irán hay que volver a Irán, a las raíces del menos tramposo de los personajes. Un hombre bueno que acaso en su retorno al país en el que nació acabe volviéndose malo (como aquel “calderero” del llorado Balabanov). Film complejo, de gran riqueza argumental en todos los aspectos que conforman una buena historia. Algunas feministas radicales se han molestado con esta película. Que me disculpen pero su estupidez parece inamovible desde los ya muy lejanos años de Lydia Falcón. Y esa idiocia no es por ser feministas (motivos más que sobrados tienen en país tan fascistamente machista como España) sino por radicales. Las cosas nunca son blancas o negras en lo absoluto. Resta el gris.

Luis Betrán

Destesto el pedantismo y la jerga. A veces he llorado de risa al leer los artículos de “Cahiers du Cinéma” (Luis Buñuel: Mon dernier soupir). Bravo Maestro. Yo también aunque todavía son más chistosos los de las clónicas revistas “estadounidenses” afincadas en España: “Caimán” o “Dirigido”. Pase de ellas la cinefilia independiente. Yo lo hice durante varios años. Ahora he regresado, esporádicamente, a su lectura y resultan incluso más divertidas que antes en su pertinaz estulticia.

¡¡Viva Kubrick¡¡,  ¡¡Abajo Godard!! , ¡¡Viva Huston¡¡, ¡¡Abajo Spielberg!!

REGRESO AL PRESENTE 1

RELATOS SOBRE PELIS DE AHORA (I)


L’IMAGE MANQUANTE, RITHY PANH


Probablemente una obra maestra a la que en Zaragoza casi nadie ha prestado la mínima atención. Aunque de nacionalidad francesa, el director es camboyano y eso queda muy lejos y además no consta que sea un estado más del Imperio U.S.A. Rithy Panh, como Claude Lanzmann, es cineasta con un mundo reducido a un solo tema: el genocidio perpetrado en la entonces Kampuchea por los Jémeres Rojos y su líder el sanguinario Pol Pot. Masacraron, en nombre de una revolución maoísta, nada menos que a dos millones de compatriotas y llevaron a cabo indecibles torturas, con el Sacrosanto Imperio de James Gray o Terrence Malick mirando a otro lado, que aún duraba el escarmiento de Vietnam. Rithy Panh ni perdona ni olvida, porque entre esa multitud sumariamente ejecutada se encontraba además toda su familia. Partiendo de la seminal, y extraordinaria, “SH21, la máquina de matar roja”, Panh, al igual que Lanzmann con la no menos portentosa y larguísima “Shoah” (Holocausto, claro), no ha hecho sino añadir más contenido a la brutalidad de aquellos salvajes y siempre, tambien como Lanzmann y el Holocausto, con buen tino y general acierto. Tanto Panh como Lanzmann son eximios documentalistas y en el caso del camboyano autor de largometrajes ficcionados con el telón de fondo que le es indispensable, y escritor notable. Aquí no cabe ni la dulcería de Spielberg en su azucarada “La lista de Schindler” (¡¡qué tipo tan peligroso, consiguió impregnar de mantequilla de cacahuete a la terrorífica matanza nazi siendo él mismo de origen judío, menos mal que se redimió pelín en su notable trhiller “Munich”), ni la vergonzante manipulación de Joshua Oppenheimer en la moralmente repulsiva “The art of killing”. No, Rithy Panh y Claude Lanzmann son asimismo honestos ciudadanos.


“La imagen perdida” es, por ahora, la última vuelta de tuerca de Rithy Panh. La mejor y a similar altura o incluso superior que la mentada “SH21”. Para contarnos su cortísima feliz infancia y el asesinato de sus padres y parientes menos próximos, el gran realizador utiliza, y mezcla, breves imágenes rescatadas del mismísimo Pol Pot y sus bestiales huestes y unas figuras de arcilla primorosamente dibujadas. Estos muñequitos expresan el pavor como quizá no supieran hacerlo actores profesionales. La combinación se remata con un bellísimo texto recitado en francés en que surgen las palabras que la tierra pintada no puede exclamar. La apuesta es tan arriesgada como lograda. “La imagen perdida”, que apenas supera los 80 minutos, roza la genialidad y emociona tanto como estremece.

IDA, DE PAVEL PAWLIKOWSKI (2013)

 
Rodada en el clásico formato 1.37:1  y en blanco y negro, “Ida” vuelve a la Polonia de finales de los 50 y principios de los 60 , la de Wajda, Kawalerowicz, Munk, Has, y los entonces primerizos Polanski y Skolimowsky. A la Polonia de las confrontaciones nacionalistas, judías, católicas y delatoras y/o colaboracionistas con los invasores nazis. Pero Pawlikowski tiene su propio universo que bebe solo muy parcialmente de tan ilustres antecedentes. Y es que no es un recién llegado aunque se acerque a la sesentena y comenzase su filmografía a edad más que madura. He visto todas sus películas, filmadas en su exilio británico, y poco tienen que ver con esta “Ida” que es el mejor de sus films….y el más largo ya que nuestro hombre suele cepillarse sus guiones en menos de 80 minutos (“Last resort” en tan solo 70 min.). La historia que propone “Ida” es fascinante; la huérfana Anna que es novicia en un convento y que antes de tomar sus votos es obligada por la Madre Superiora a visitar a su terrible y único pariente: la peligrosa tía Wanda “la sangrienta” que la guiará y le descubrirá sus orígenes. Y de paso que no se llama Anna sino Ida, que es hebrea y que sus padres……


Mucho más interesante la bebedora, fumadora, desencantada y de vuelta de todo tía Wanda. Y bien que se ocupa de enseñar a su pía sobrina aquello de que no todo el monte es orégano. Gracias a la tía, que se quitará de en medio avergonzada de su maldad cuando ejerció de jueza en el régimen comunista de Gomulka, la sobrina conocerá hasta las delicias de la carne con un joven saxofonista que interpreta al genial Coltrane….. pero ello no la alejará de si inquebrantable vocación monástica. Pawlikowski deja claro la fuerza avasalladora del catolicismo en la Polonia que retrata….. y, sin necesidad de subrayados, en la de siempre Me viene a la memoria una singular escena de “El hombre de hierro” – film que inmerecidamente le valió la Palma de Oro a Wajda en Cannes 1981 - : las manifestaciones de Solidaridad en las que no se cantaba precisamente la Internacional sino que se rezaba el Santísimo Rosario. “Ida” está primorosamente fotografiada por Ryszard Lenczewski y extraordinariamente bien interpretada por Agata Trzebuchowska (Ida) y Agata Kulesza (Wanda).

Luis Betrán

Nota: en los textos firmados por el responsable de este blog, casi nunca aparecerán títulos en lengua original, numeritos o estrellitas o años de producción. Este blog se declara rotundamente anticahierista. Y puestos a escribir una “boutade”, afirmo que en una relación cantidad-calidad-precio el cine estadounidense le parece al firmante el peor del mundo. Con las debidas excepciones – Alexander Payne, Richard Linklater, la tetralogía de la muerte de Gus Van Sant, determinadas películas independientes – y prescindiendo del hecho del cine que se filma en el castigado continente africano.