jueves, 26 de julio de 2012

URGENCIAS: INVOLUCION







EL ABORTO

Personalmente no conozco otro aborto que el sr. Ruiz Gallardón, a la sazón monstruoso Ministro de Justicia del Gobierno Franquista. Hoy he leído un texto estremecedor de una señora que sufrió en su seno un feto malformado, que dio a luz a una criatura que se ahogaba continuamente y que vivió siete meses. Es evidente que los familiares y allegados del tyranosaurus rex que va a autorizar, y ordenar, que nazcan tales seres herederos de los talodimídicos, no sufre ni padece, va a misa (o no), es católico y creyente en el Dios Bíblico que exterminó a los primogénitos de los egipcios con tal de que los judíos de Moisés llegaran a la tierra prometida y tiene la conciencia tranquila. O al menos eso piensa él, porque un ¿ser humano? de esas características carece por completo de conciencia. De una forma u otra habrá que acabar con él y encerrarlo en el zoológico para pasmo y horror de niños y adultos futuribles. Didactismo.






LOS PITOS

A la Esperanza Rameraguirre le han pitado hace bien poco en un acto en que debía tomar la palabra. Malquerida mía, te ofendiste y te largaste. Pues aguarda gorrina que a la próxima pueden ser huevos o tomates o mierda (lo más deseable) lo que aguardo se estampe en tu fea cara. Y eso que no termino de fiarme de este invento llamado CUMBRE SOCIAL. En él veo tipos que no me gustan nada, con Nicolás Redondo a la cabeza. Si los sindicatos pretenden liderar las acciones, huelgas, protestas etc. de los españoles zarandeados cruelmente por la tonta Mariana, que abandonen la esperanza de que algo se va a conseguir. Al contrario ellos fingirán y el Gobierno fascista idem, añadiendo además las suficientes gotas de cabreo como para cuando termine el verano y lleguemos a mediados de septiembre, se enoje y ataque con desmedida furia a pensionistas y a todo aquel colectivo que todavía no haya sido lo bastante humillado.





LOS GUARDIAS DE CORPS

Como la Mariana, además de boba, esta empezando a ensuciar sus pantalones y calzoncillos, ha blindado La Moncloa con 100 0 200 gorilas bien armados que está por ver si dispararán o no (idéntico problema tienen la Pespe y el Albercabrón). 2012 y posteriores quedan muy distantes de 1939 aunque se pretenda un viaje en el tiempo que dejaría a las clases poco altas y subalternas con la patata de “El caballo de Turín” como único alimento diario. ¿Será menester recordaros hideputas que existe Internet, las redes sociales, los blogs, y….la TELEVISION?. Si, si, la caja tonta en la que vosotros ya habéis introducido entre los jefazos a indeseables bien curtidos en la COPE, lo que llevará aparejado, supongo, que a eso de las 22 horas comparezca monterror Rouco Varela rezando una plegaria con jaculatoria incluida: Borbón, Franco y Mariana os doy el corazón y mi alma marrana. Hoy se ve todo, se filma todo, hay mil forgendros que toman imágenes que se contemplarán en el universo mundo si gritáis aquellos de ¡¡preparados, apunten, fuego!!.




HOLANDE, PRESIDENTE SOCIALDEMÓCRATA DE FRANCIA

Ha suprimido el 100% de los coches oficiales y los ha subastado; y lo recaudado se destina al Fondo de Bienestar para ser distribuido a las regiones con el mayor número de centros urbanos con los suburbios ruinosos. Ha hecho enviar un documento (doce líneas) a todos los organismos estatales dependientes de la administración central en el cual les comunicaba la abolición de los "vehículos de empresa" desafiando de manera provocativa e insultando a los altos funcionarios, con frases como "si un ejecutivo que gana 650.000 euros año, no puede permitirse el lujo de comprar un buen coche con sus ingresos del trabajo, quiere decir que es demasiado ambicioso, que es estúpido, o que es deshonesto. La nación no necesita ninguna de estas tres figuras". Fuera los Peugeot y los Citroen. 345 millones de euros salvados de inmediato, y trasladados a crear (apertura 15 de agosto 2012) 175 institutos de investigación científica avanzada de alta tecnología, asumiendo la contratación de 2560 jóvenes científicos desempleados "para aumentar la competitividad y la productividad de la nación". Ha abolido el concepto de paraíso fiscal (definido "socialmente inmoral") y promulgó un decreto presidencial de de urgencia estableciendo un porcentaje del 75% de aumento en la tributación para todas las familias que, netos, ganan más de 5 millones de euros al año. Con ese dinero (manteniendo así el pacto fiscal) sin que ello afecte un euro al presupuesto, ha contratado a 59,870 licenciados desempleados, de los cuales 6.900 desde el 1 de julio de 2012, y luego otros 12.500 el 1 de septiembre como profesores en la educación pública. Ha privado a la Iglesia de subsidios estatales por valor de 2,3 millones de euros que financiaban exclusivos colegios privados, y ha puesto en marcha (con ese dinero) un plan para la construcción de 4.500 jardines de infancia y 3.700 escuelas primarias, iniciando un plan de recuperación la inversión en la infraestructura nacional. Ha establecido el "bono-cultura" presidencial, un mecanismo que permite a cualquiera pagar cero impuestos si se constituye como cooperativa y abre una librería independiente contratando al menos dos licenciados sin trabajo de la lista de desempleados, con el fin de ahorrar dinero del gasto público y realizar una contribución mínima al empleo y al relanzamiento de nuevas posiciones sociales. Ha abolido todos los subsidios gubernamentales a las revistas, fundaciones y editoriales, sustituyéndolos por comités de "emprendedores estatales" que financian acciones culturales sobre la base de la presentación de planes de negocio relacionados con estrategias de mercado avanzadas. Ha puesto en marcha un procedimiento muy complejo en el que ofrece a los bancos una elección (sin impuestos): quien proporcione préstamos blandos a empresas francesas que produzcan bienes recibe beneficios fiscales, quien ofrece instrumentos financieros paga una tarifa adicional: lo tomas o lo dejas. Ha reducido en un 25% el sueldo de todos los funcionarios del gobierno, el 32% de todos los diputados y el 40% de todos los funcionarios estatales de alto nivel que ganan más de 800 000 € por año. Con esa cantidad (alrededor de 4 millones de euros) ha establecido un fondo que ofrece garantías de bienestar a las "madres solteras" en condiciones financieras difíciles garantizándoles un salario mensual por un período de cinco años, hasta que el niño vaya a la escuela primaria, y tres años si el niño es mayor. Todo ello sin modificar el equilibrio del presupuesto. Monsieur H., por ahora, sería la faz opuesta a González, Zapatero o – perdón – el difunto Peces-Barba.






BATMAN

Dicen que el sujeto que disparó indiscriminadamente a los espectadores durante una proyección en Colorado (USA) de “El Caballero oscuro; la leyenda renace” es un psicópata fijo. ¿Y si no lo fuera?. En el Superimperio de los Superhéroes de la Supercultura y el Supercine cualquiera puede crearse un arsenal que ríete tu del de un kamikaze hebreo, afgano, iraquí o paquistaní. El director Christopher Nolan ha entonado una suerte de ridículo mea culpa que no le compete. Si a la Asociación de Amigos del Rifle, si a los Gobernadores de los estados en los que es legal la pena de muerte, si a la venta indiscriminada de armas, si al presidente Obama – al que no es por nada Europa le importa un pito, ya tiene a frau Merkel como resucitada Dama POLIZEI de Hierro – si al republicano Romney el que dicen que dijo ¡¡que se hunda Europa!!. Pero Christopher Nolan es un genio del cine según la mayoría mayoritaria de la cinefilia cahierista (más del 90% de la totalidad) y la espantosa revista, e hija putativa de “La maman et la putain”, “Dirigido” (fundada por José Luis Garci íntimo amigo del horribilis Fiscal General del Estado, sr. Torres Dulce al que tuve hace unos seis años el dudoso placer de conocer e incluso charlar con él) está dedicando un dossier a cineasta de filmografía tan intelectualmente rica. Hablo con dos cinéfilos zaragozanos de contrastada inteligencia, profesores universitarios y algo amigos míos y me relatan que la película es buenísima, una obra maestra. Otro, menos entusiasmado, me dice que salió aturdido por el ruido que emerge de la pantalla y altavoces varios. Ruido que permitió al ejecutor el Bang, Bang, Bang ya que no se oía anulado por el pimpampumcatacrockborrroum. Queridos, yo y mi circunstancia prometen su ausencia en la proyección aquí, allá o acullá del genial film que ingente millonada ha recaudado y va a recaudar. Lo siento – para nada – pero Batman sufrirá mucho pero ha sido es y será tan nazi como Harry el Sucio.


Luis Betrán

Asuntos varios me dejo en el recado de escribir de “Vergerus”. Otro día comparecerán y seguirán teniendo prioridad sobre el cine mientras continuemos en proceso de involución de los parvos logros de la fragilísima democracia de Spain-Spanien.



domingo, 15 de julio de 2012

RECORTES, URGENCIAS Y PATATAS



Dedicado especialmente a Zonado, Alekhine, Lobo López, Flázaro, Crusoe, Rubeum.....mis grandes amigos virtuales con los que comulgo POLÍTICAMENTE y en honor a ellos voy apagando velas hasta la consunción.






Aquí ya no estamos frente a una mera cuestión de debate partidario,sino frente a un proceso de regresión histórica que va a devolver al país a los años cincuenta, a los años en blanco y negro previos al desarrollismo franquista. Y todo por una miserable clase política que, salvo honrosas y escasas excepciones,ha sido incapaz, por cobardía y egoísmo, de resistir a la presión criminal de la troika comunitaria, y ha cedido al chantaje de un rescate cuya única finalidad es la de preservar los intereses de las oligarquías financieras europeas. Indignado por esa cuestión, y porque ayer fue un día aciago para la democracia española, con un rey felón que ha cedido a todas las exigencias del sistema como corifeo de la carnicería pepera, y una miserable tipeja con acta de diputada, no en vano apellidada Fabra que, con chulería fascista, se permite encima mofarse de las principales víctimas de la crisis, poniendo de manifiesto lo que era sino un secreto a voces, el auténtico rostro de una de las derechas más despóticas y reaccionarias de toda Europa. Una fecha triste en la que además,en la comunidad de Madrid, bajo la batuta de la lideresa Aguirre, se ha puesto de patitas en la calle a cientos de compañeros, profesores de universidad e investigadores cuyo único delito ha sido trabajar duramente durante los mejores años de sus vidas, entregando a sus respectivos centros toda su producción científica. (cortesía de rb)






Hago mías estas palabras y recuerdo, por si hiciera falta, que “vergerus” es un blog no solo cinematográfico. Y en estos momentos – son olvidarme de que al P.P. le quedan más de tres años de legislatura – en que la fragilísima democracia española corre el mayor peligro desde el 23-F-81, existen prioridades. Añadiré dos cosas que tampoco deben exiliarse de la memoria: 1) El P.S.O.E. dejó de ser un partido político de izquierdas en el mismo momento en que abandonó el marxismo; socialdemócrata cuando nos vendió a la Banca y al gran capital y, con Zapatero o Rubalcababa da igual, me horroriza como la “alternativa de poder”que a buen seguro será si el P.P. conluye sin incidentes no previstos su mandato. Nombres del pasado pero que viven y a los que señalo como culpables de este progresivo viraje al capitalismo: Felipe González, Alfonso Guerra (porqué todavía levantas el puño, payaso), Miguel Boyer, Carlos Solchaga, Gregorio Peces-Barba, José Bono, Borrell, Fernández de la Vega y cuantos queráis añadir, son legión. Hoy se ubicaría en un centro-derecha si tal mentira “centrista” fuese de recibo. Leer “El País”, el diario ¿más vendido? y en el que siguiendo la ética jesuítica se pone una vela a Dios y otra al Diablo. Y se ejerce la censura, tema éste que será tratado en otro texto venidero. Dicho todo lo que precede me ratifico en mi firme creencia de que España otra vez es un país fascista gobernado por los herederos de aquel genocida al que la Academia de la Historia bendice mientras maldice a Negrín.

Luis Betrán

Por ello traigo a “vergerus” un texto ajeno que, asimismo sucribo en su totalidad, no sin antes expresar mi asco a todo lo que suene a pepero. Y haciendo un elogio de la patata, acaso lo único que muchas familias podrán comer mientras esos cerdos machaquen a los más desfavorecidos, a los más pobres, a los más indefensos. No han hecho más que empezar. Pero lo pagaran caro, tarde o temprano.



¡




Nietzsche y el caballo

El cineasta húngaro Béla Tarr firma una de las películas más duras, portentosas, arriesgadas y convenientes de lo que llevamos del siglo XXI.

'El caballo de Turín' es una hermosa e impecable lección nietzscheana

Rafael Argullol 7 ABR 2012 (El País)

El 3 de enero de 1889, por la mañana, Friedrich Nietzsche abandona su casa de la calle de Carlo Alberto, en Turín, para dirigirse al centro de la ciudad. En el transcurso de su paseo es testigo de una escena que le hace detenerse: un cochero está maltratando a su caballo que, exhausto, no quiere continuar la marcha. Nietzsche interviene. Rodea el cuello del caballo con sus brazos y rompe a llorar. Sus últimas palabras son: “Madre, soy tonto” (“Mutter ich bin dumm”). Luego viene el derrumbe, una pérdida del habla y de la conciencia que durará diez años, hasta su muerte justo en el cambio de siglo, en 1900. Simultáneamente se inicia uno de los destinos más prodigiosos y contradictorios que haya podido tener el pensamiento de un hombre. En esta década de exilio mental Nietzsche sigue siendo un completo desconocido en los circuitos académicos europeos; sin embargo, lentamente, sus escritos se van filtrando, como agua profunda, en determinados ambientes literarios y artísticos. Strindberg lo presenta como el visionario del inmediato futuro; Munch le pinta un extraordinario retrato a partir de la fotografía del filósofo que le regala un amigo.







BELA TARR

Con el nuevo siglo, muerto ya el protagonista, la fortuna de la obra nietzscheana se apodera de Europa. Lo curioso, y elocuente, es que los admiradores proceden de bandos contrapuestos. Las lecciones de Zaratrusta son seguidas con entusiasmo por anarquistas y expresionistas pero también, y al mismo tiempo, por el futurismo de Marinetti o el decadentismo de D’Annunzio. Enseguida se acercan a Nietzsche sus amigos más peligrosos: los fascistas italianos y, del modo más catastrófico, los nacionalsocialistas alemanes. Los devotos del filósofo tienen en común su voluntad de incendiar el mundo para provocar el nacimiento de una humanidad nueva. Más allá de esto las discrepancias son totales: unos abogan por el triunfo de la libertad absoluta; otros ponen el acento en la hegemonía de la raza y del Estado; y no faltan, desde luego, los que apuntan a una salvación a través del arte. La sombra de Nietzsche se proyecta en todos los frentes. Por la misma razón, a partir de 1945, tras la hecatombe, el filósofo se convierte en un proscrito. Durante años su nombre es sospechoso, pero finalmente su obra resurge y, probablemente, no haya otro pensamiento filosófico tan influyente como el suyo cuando termina el turbulento siglo XX. A juzgar por lo que ocurriría con posterioridad, no hay duda de que Nietzsche acertó cuando se proclamó a sí mismo un destino. Pero ¿qué ocurrió aquella mañana de enero, probablemente gélida, dado el habitual clima de Turín? El abrazo al caballo maltratado, el desplome mental, el retorno al regazo materno. “Madre, soy bobo”: el niño travieso, quien como adulto ha sido el profeta que ha proclamado la inminente hoguera, cierra el círculo tras la fenomenal travesura. Le esperan diez años de silencio radical, pocos si los comparamos con las casi cuatro décadas de locura atravesadas por su admirado Friedrich Hölderlin, al que tantas cosas le unen, incluidos el destierro y la caída. Evidentemente nunca sabremos lo que ocurrió en la cabeza de Nietzsche esta mañana turinesa. Lo más desconcertante del caso es que esa cabeza había logrado trabajar a la máxima presión en los meses anteriores. El año 1888 es uno de los más productivos, si no el que más, en la trayectoria intelectual de Nietzsche. Escribe y publica varios libros, incluida esa obra maestra de la ironía que es Ecce Homo, un texto, cierto, desquiciado y hasta paranoico, pero de una sutileza y un dominio del lenguaje inigualables. ¿Fue el desplome de Turín la consecuencia natural de ese último año, como si la cuerda del arco se hubiera roto tras ser sometida a la máxima tensión? Nunca tendremos una respuesta para esta pregunta. Hay un monólogo a cargo de un extraño visitante destinado a permanecer como una perla ardiente en la historia del cine.







LA LUZ QUE SE EXTINGUE TRAS LA ULTIMA PATATA

En consecuencia, cabe no buscar una respuesta sino realizar una nueva interrogación. Y esto es lo que ha hecho el director húngaro Béla Tarr en El caballo de Turín (2011), una de las películas más duras, portentosas, arriesgadas y convenientes de lo que llevamos del siglo XXI. Béla Tarr, a diferencia de lo que han —hemos— hecho muchos respecto al tremendo episodio turinés, no se ha preguntado por lo que le pasó a Nietzsche sino por lo que le sucedió al caballo. ¿Qué le sucedió al caballo al que el filósofo abrazó, una vez vuelto a casa, dirigido, como siempre, por su cochero?. La respuesta a esta cuestión aparentemente absurda es una hermosa e impecable lección nietzscheana. No sé si Béla Tarr tenía intención de impartir esta lección, e incluso me parece que ha confesado que no la tenía, pero, a mi entender, en esta película, un director de cine llega más lejos que la mayoría de los pensadores y literatos que lo han intentado: más lejos en el hallazgo de mostrar el finisterre de la vida y de la civilización, el territorio terminal en el que todo se desvanece, el hábitat de aquel hombre-ocaso al que Nietzsche juzgó necesario llegar antes de que la humanidad pudiera plantearse la posibilidad de una aurora.

No obstante, la lección nietzscheana es aun más implacable que el propio Nietzsche: en la película de Béla Tarr no hay ninguna insinuación de aurora. El pozo se seca, la brasa se apaga, la llama del candil no prende e incluso el triste e imponente caballo renuncia a comer. Por todos lados hay una atmósfera de extinción, si exceptuamos el viento, la tormenta de viento que se ha apoderado de la vida y de los corazones. El desconcierto parece absoluto pero, en medio de la extrema austeridad de la historia, hay una explicación para lo que sucede. En el centro de la película hay un monólogo potente y apocalíptico a cargo de un extraño visitante que aparece y desaparece sin dejar rastro, un monólogo destinado a permanecer como una perla ardiente en la historia del cine. Quien encadena cinco minutos de palabras terribles habla como Zaratrusta, y lo que dice también es propio de Zaratrusta: la nobleza ha muerto porque los depredadores se han apoderado de todo, incluidos nuestros sueños. Obsesionados por lo acontecido a Nietzsche habíamos olvidado la suerte que le había correspondido al caballo. Pero en el abrazo de Turín ambos protagonistas son importantes si queremos saber lo que nos espera.

Rafael Argullol

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Rafael Argullol (Barcelona, 1949) Escritor, filósofo, poeta, bloguero y profesor de estética de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona, donde dirige el Institut Universitari de Cultura. Es autor de veinticinco obras y ganó en 1993 el Premio Nadal por su primera novela, La razón del mal. En 2002, obtuvo el premio de ensayo del Fondo de Cultura Económica por Una educación sensorial.

De esta obra maestra del nihilismo y la desolación ya se habló en "vergerus", en términos estrictamente cinematográficos o casi. Cierro este texto con la noticia de la hospitalización de uno de los contados cineastas esenciales: el genial maestro portugués Don Manoel de Oliveira. A sus 103 años será dificil que sobreviva. Si lo consigue le aguardo al menos con diez películas nuevas.


Luis Betrán




jueves, 5 de julio de 2012

PARA ACABAR DE UNA VEZ POR TODAS CON EL PUTO/MITO GODARD: ULTIMAS CARGAS DE PROFUNDIDAD


Un millón de personas rodeando a la vetusta Cibeles para celebrar el triunfo de la aburridamente llamada "la Roja". Marx dijo aquello de que la religión era el opio del pueblo. Tenía razón y no podía prever, ya que no se había inventado, que el fútbol además del opio sería la cocaína, la heroína y el éxtasis. Un millón de personas - ¡¡yo soy epañó, epañó, epañó!! -, y aún más quizá algún día tomen al asalto la Zarzuela, la Moncloa, los bancos y las sedes de las Autonomierdas. Yo no lo veré, pero en tanto que marxista, antinacionalista y apátrida me acojo a mi derecho al optimismo histórico.





Y la Dolores de la Copla y devota de San Josemaría ya encabeza nuestra votación, je, je...


ALPHAVILLE

Estoy bien, gracias, no se moleste (Diálogos de “Alphaville”)





Desde que en 1949 se estrenaba “Un día en Nueva York”, no se había dado otra manifestación tan naïf como la presentación de “Alphaville”, aunque sea preciso aclarar rápidamente que no existe otra similitud entre obras tan dispares salvo los resultados – obtenidos desde intenciones muy distintas – ingenuos y presentes en ambas películas. “Alphaville” es un pequeño cuento protagonizado por caricaturas procedentes de los primeros sueños de la adolescencia. Obra de espíritu amateur y de poesía primaria, ensambla a la mujer entonces amada por el director con el personaje de los sueños de la infancia. Los amigos harán el resto. “Alphaville” es el sueño de una siesta, o el recuerdo de una mixtura de tebeos de aventuras y novelas rosa. “Alphaville” no puede ser “la capital del dolor”, como pretende Godard a través de Paul Eluard. “Alphaville” es la ciudad de los bombones y los caramelos poblada por seres malvados. Las setas gigantes de los cuentos de Perrault se han convertido en aparatos de la tercera generación de la electrónica. ¿Es acaso la sucursal de IBM en Paris ese reino de nunca jamás que imagina Godard?. Pudiera haberlo sido, pero ese eterno adolescente, a veces tierno, y otras engreído y malo, que es Jean-Luc carece del punch necesario para que asi fuera. Como Godard no golpea, su mundo carece de dolor, pero como tampoco hace comedia asimismo carece de humor. Godard se muestra eterno enamorado y se desdobla sobre el pobre Lemy Caution para amar desde otras dimensiones a una Anna Karina que estaba a punto de comenzar a ser la mujer imposible para el cine que luego fue. Pero sus idas y venidas por esta ciudad mágica todavía tienen el encanto de la musa de la nouvelle vague versión Godard.





Que “Alphaville” carezca de cualquier intencionalidad de las que se suponen afines a la ciencia-ficción – política, estética o religiosa – es algo que se cae de puro ver la película. Lo que “Alphaville” trata de ser son unos versos entrecortados, una intromisión vía absurdo doméstico del detective Caution en los cuentos de hadas, un pequeño rompecabezas de recuerdos fílmicos cuyo funcionamiento final estará profundamente ligado a la aceptación, por suerte del espectador, del universo godardiano en su vertiente más sentimental y menos anárquica. “Alphaville” tiene la gracia de los collages en que reconocemos las partes, y la desgracia de que el todo no satisface. Obra construida como película de aventuras según un esquema absolutamente clásico: llegada de un personaje a una ciudad misteriosa en la que deberá llevar a cabo una complicada misión. “Alphaville” cuenta con el casposo Lemy Caution/Eddie Constantine para semejante empresa. Es claro que si las fuerzas de la poesía no acuden en su ayuda, Caution no podrá conseguirlo únicamente con las suyas propias. Ocurre que Godard como generador de tan delicadas armas no es tan potente como él cree y los resultados, en la mayoría de las ocasiones, están más cerca de la cursilería que del lirismo. Pero este “petit-film” se deja ver, a la espera de que la inspiración de Godard – al igual que la espera de los gags espaciados en los films cómicos – se manifieste de alguna manera. Ello ocurre muy intermitentemente y siempre por la vía de las historias colaterales que flanquearon el núcleo de sus cintas. Godard no se concentra jamás sobre la película y da la impresión que cuando rueda un film está pensando en otro y ese otro acaba por hacerse presente a través de mil citas, homenajes cientos ad-hoc etc, que, o bien distorsionan el primer significado de la película original o le otorgan su mayor atractivo.. Esto va a gustos. Así el espectador, entre ingenuo y bonachón, esperará que reciten el próximo verso o que, a fin de cuentas, le hagan el siguiente golpe de efecto, eso si en clave absolutamente “intelectual”, porqué el sentido naïf – antes citado – de “Alphaville” jamás procederá de una actividad espontánea sino de un reelaborado trabajo en que se mezclan a partes iguales el talento fulgurante que estalla en instantes y la impotencia creadora que da sentido y cohesión a un discurso que en “Alphaville” se queda simplemente en frases sueltas.

Luis Betrán

Zaragoza, 27 de julio de 1978



PIERROT LE FOU





Pierrot le fou” (1965) fue una de las películas míticas – para la cinefilia, claro está – de mediados de los 60. Su mezcla de cinismo y romanticismo, su notable empleo del color y, otra vez, la pareja Belmondo-Karina produjeron orgasmos y onanismos varios en la tropa filmidealista ya que en esos años eran muy poquitos los que leían “Cahiers du cinemá”. “Pierrot le fou” pareció señalar el final del enamoramiento con Hollywood, sino fuese porque entre aforismo ¿filosófico? y citas literarias se paseara por ahí un ya achacoso Samuel Fuller diciendo chorradas propias o las que Godard le ordenaba. Nada que ver, por tanto, con la presencia de Fritz Lang en la excelente “Le mépris” (1963). “Pierrot le fou” es una película de gangsters (el título se refiere a un famoso delincuente francés de los años 30); y, aunque utiliza una narrativa elíptica, contiene todavía muchos de los elementos del viejo prototipo hollywoodense. El más importante consiste quizá en el protagonista masculino, Ferdinand, y en que la película gira en torno a las fantasías. La acción no se desarrolla en términos lógicos de tiempo, espacio y verosimilitud, sino a grandes y caprichosos saltos y a modo de una aventura picaresca sin picardía, con gratuitas escenas de violencia (pretexto para la comparecencia de mr. Fuller) y huidas a lo utópico en clave anarquista (de salón).




Mientras que la imagen que domina la película es la de Marianne (Karina) se trata de una visión desde un punto de vista masculino. Nada tiene que ver con las mujeres de carne y hueso sino más bien con las de las protagonistas de algunos poemas románticos (¿Keats?) o con las mantis religiosas del clásico cine negro yanqui. Marianne es el origen de toda violencia. Destructiva y misteriosa (para Ferdinand y para el espectador). De hecho nuestro Ferdinand-Pierrot-Belmondo deja su hogar y su familia para seguirla a un mundo de violencia y “amour fou”. Este discutible film tambien cree sexualizar (¡¡¡¡) la oposición entre la cultura burguesa tradicional y la producción masiva de obras de arte propia del siglo XX. La película comienza con él leyéndole a su esposa un texto de Velázquez a su hija. Intento, más bien ridículo, de Ferdinand por representar los problemas de la vida moderna en términos clásicos. Es decir; se plantea una oposición entre el arte europeo y el americano que, en un futuro no previsto cuando se rodó “Pierrot le fou”, Godard rechazaría a favor de una presunta investigación mucho más rigurosa (para él y sus corifeos) de las realidades del cine. Despues de adoctrinar al proletariado sobre las películas que debían ver (las suyas cuando creó el grupo Dziga Vertov). Me temo que los respectivos autores de “Las meninas” y de “Corredor sin retorno” no son miscibles ni para el torpe aprendiz de brujo Jean-Luc Godard. Amén de que “Pierrot le fou” políticamente carezca de significado o posicionamiento alguno.


Luis Betrán

Zaragoza, texto de 9 de agosto de 1983. Revisado a fecha de hoy.

Hasta dentro de una semana aprox. ¡¡Salud y Viva la República!!

domingo, 1 de julio de 2012

LA VUELTA AL REDIL



Dedicado especialmente a los anónimos donantes de órganos vitales. Gentes de bien que salvan vidas o las prolongan. Sin ellos el mundo que nos rodea aún sería más vil de lo que es.


PRÓLOGO POR DIOS, LA PATRIA Y EL REY






Los últimos estudios sociológicos demuestran la existencia del raro fenómeno de los 're-peperos' (PPPP = del PP, Pero Pobre).Son una tipología de personas que desafían todas las leyes del entendimiento y la lógica humana. Son personas de clase media-baja, trabajadores, asalariados de toda la vida y con sueldos de mierda que votan insistentemente al PP.No hay que confundir a los 'peperos' (gente que vota al PP para defender sus propios intereses) con los 're-peperos' (que también votan al PP y nadie entiende porqué).Es un grupo muy mimetizado dentro de la sociedad y a simple vista pasan desapercibidos. Pero con un poco de atención son fácilmente identificables.Lo primero que necesitamos para localizarlos es un pequeño cuestionario como el siguiente: *Ante cualquier pregunta sobre la actualidad política ellos dirán que 'no entienden de política' . Pero curiosamente, votarán al PP (lo que confirma su premisa de que, efectivamente, no entienden de política). *Si les preguntas qué opinan sobre los casos de corrupción de los políticos, ellos responderán que 'todos los políticos son iguales'. Por el contrario, la respuesta será muy diferente si el político corrupto es del PSOE. *Si les preguntamos sobre el paro y la situación laboral del país no tardarán mucho en sacar el recurrente tema de los inmigrantes. Tienen una enfermiza animadversión hacia todos aquellos que lo pasan aún peor y se encuentran en una situación bastante más desfavorecida. Si después de estas preguntas, notáis una cierta incomodidad, es normal. Tened en cuenta que esta gente son de la teoría de que en esta vida más vale 'no identificarse' . Claro que gracias, a esta útil guía se les ha acabado el tiempo del anonimato. Una vez identificado el sujeto 're-pepero' es importante entender a qué se debe este extraño comportamiento y qué causas son las que lo provocan. *La catarsis del lameculos: Fenómeno psicológico por el cual, personas de la clase media-baja con recursos económicos limitados, acaban pensando que si están con los que tienen el poder y el dinero 'algo acabará pegándose'. Y a pesar de que jamás ven el más mínimo resultado a lo largo de toda su vida, continúan apoyando a los ricos y a los poderosos. *La catarsis del desgraciado: Este desviamiento psíquico está inversamente relacionado con el anterior y por el mismo proceso mental por el que piensan que la riqueza se puede pegar, también creen que la pobreza se puede contagiar. Es por este motivo que estos sujetos desarrollan una enfermiza animadversión hacia aquellas personas que todavía son más pobres que ellos, como marginados, inmigrantes, etc... Y por si esto fuera poco, también padecen el Síndrome de Estocolmo, ya que se encuentran mejor si apoyan a aquellos que tan pronto como puedan, y gracias a sus votos, recortarán sus derechos, endurecerán sus condiciones laborales, y les joderán todo lo que puedan. Ellos felices y contentos.  (También hay algunos psicólogos que ven influencias de prácticas masoquistas que más allá del sexo disfrutan infligiéndose dolores sociales y económicos.)  Con todo esto, ahora ya sois capaces de localizar a los re-peperos y reconocerlos.También los podréis reconocer por el tufo a rancio. Y por mi parte, añado unas estrofillas de Don Antonio Machado, que por lo visto, durante su vida se tropezó con más de uno de esta especie:

Este hombre no es de ayer ni de mañana
Es un fruto de la cepa hispana
No es una fruta madura ni podrida
Es una fruta vana

de modo que no os vayáis a confundir, no es una especie en riesgo de extinción. (Cortesía de A.H.P.)

Y, ya de mi cosecha propongo una votación o encuesta: ¿Cual de las cuatro damas del P.P. os resulta más malvada o peligrosa: Esperanza Aguirre, Dolores Cospedal, Rita Barberá o Ana Botella?. "Vergerus" seguirá y publicará los resultados de tan apasionante referendum. Nada diré de los varones, en tanto que don Mariano Rajoy no es susceptible más que de una duda: ¿es más mentiroso o tonto?. Yo creo que las dos cosas pero su nariz tiempo ha que rebasó en cientos de metros a la de Pinocho. Afirmo.

Luis Betrán 



PARA ACABAR DE UNA VEZ POR TODAS CON EL PUTO/MITO GODARD

A BOUT DE SOUFFLE

“Me has hecho una charranada” (Jean Paul Belmondo a Jean Seberg en los diálogos – doblados – de “A bout de souflle” (Al final de la escapada). Ahí queda eso.




No cabe imaginar palabra más fea y de sonido más desagradable que la utilizada en el doblaje español de “A bout de soufflé” para indicar la faena que Seberg le hace a Belmondo al final de la película, delatándole a la policía. Es claro que en la España de 1966 no había mucha confianza por parte de distribuidores y exhibidores en que “A bout de soufflé” fuese un éxito de taquilla. Además de la charranada el film fue rebautizado como “Al final de la escapada”, por aquello de si el público picaba y acudía en masa a ver una especie de segunda parte de aquella “escapada” (sorpasso) de Vittorio Gassman y Jean-Louis Tritignant en el memorable film de Dino Risi que había arrasado en 1964. Jean Paul Belmondo era discretamente famoso en este país y las rarezas de ese Godard podían inquietar a mas de un mercachifle del cine. Luego la historia se repetiria , corregida y aumentada, en “Alphaville” y “Pierrot le fou”, las tres primeras películas del “genio” que desembarcaron en la franquista España convenientemente dobladas.




Y es que habían pasado siete años desde el rodaje y presentación de “A bout de soufflé” en la Francia de la “nouvelle vague” y del general De Gaulle. Siete años en los que el bombazo que supuso el primer film de Godard y la eclosión de la nouvelle vague podía haber perdido sus efectos perturbadores, y más de cara a unos espectadores pre-Biarritz a los que poco o nada podía sonarles la muy celebrada ópera prima de Godard. “A bout de soufflé” fue pues un plato fuerte exclusivamente para amantes del cine. Y en verdad que el entusiasmo con que estos acogieron – acogimos – el tardío (incomprensiblemente tardío) estreno de “A bout de soufflé” hizo casi pensar que en la nouvelle vague – y en Godard – todo el monte era orégano.
Las revistas cinematográficas de este país (Film Ideal, Nuestro Cine, Cinestudio, Fotogramas…….) voltearon las campanas con casi total unanimidad. Los cinéfilos de Zaragoza llegamos a amar más el debut de Godard que el de Orson Welles (era en 1966 la primera visión de “A bout de soufflé” y de “Citizen Kane”). Se esgrimieron tópicos y y frases hechas a tutiplén para tratar de explicar la magia del film: frescor, espontaneidad, naturalidad, novedad, etc, etc. Si la Revolución ideológica de la Francia del siglo XVIII no había entrado nunca en España (pare eso estuvo la Guerra de la Independencia y los Sitios de Zaragoza), la Revolución Cinematográfica solo tarda los mentados siete años en entrar, razonablemente un lapsus temporal admisible.





¿Qué era realmente “A bout de soufflé”?. Ante todo una película de suprema habilidad que recogía las esencias del cine negro americano y a través de un proceso europeizador – es decir, intelectual – proponía un cine de cámara en mano, sin mensajes grandilocuentes, desconectado de raíces literarias y neorrealistas. La historia que contaba “A bout de soufflé” era mas bien poco relevante, pero el modo de hacerlo pudo parecer nuevo como nuevos pudieron parecernos Seberg y Belmondo. “A bout de soufflé” o la “charme” puesta al día. Seberg vendiendo el New York Herald Tribune, Belmondo frente a un poster de Bogart. Chabrol y Truffaut echando una mano al principiante Jean Luc. Cine de camaradería. Una historia de amor “petit fou” en la que Belmondo podía ser engañado, pero no el espectador al que se le facilitaban constantemente pequeñas claves para que amase a Michel Poiccard y su inocencia traicionada. Un “mauvais garçon” alejado del naturalismo. Una carrera final “hasta el último aliento”. Un film triste, impregnado de sueve lirismo y de un encanto quizás inmarchitable, quizás no. Para Godard un homenaje a su cineasta bienamado Nicholas Ray, aún cuando la sombra del maldecido (por Cahiers du Cinéma, demasiado ¿rojo? para ellos) John Huston planease ominosamente por la pantalla. Y una cierta – que no total – modestia que jamás volvería a presentarse en los Films sucesivos del falso “anarchiste timide”.





“A bout de soufflé” fue la apología del cine que pregonaban y amaban los cahieristas. Mucho más allá de los latiguillos moralistas de los tambien primerizos Truffaut en “Los cuatrocientos golpes” o Chabrol en “Le Beau Serge”. Por eso, duda razonable, a casi veinte años de distancia, podemos pensar que se mantiene menos prematuramente envejecida que aquellas primeras muestras de la nouvelle vague para las que el paso del tiempo ha sido tan poco clemente. “A bout de soufflé”, un manjar constantemente degustado desde su estreno en las capillas cineclubísticas. Ni Belmondo, ni Seberg (maravillosa), ni, por supuesto, Godard volvieron a estar tan jóvenes y tan frágiles. Todo ello configuró el estilo – que hoy vemos irrepetible – de una película mítica en la Francia de los cincuenta y en la España de los sesenta. Y es que, sin tajantes afirmaciones, acaso “A bout de soufflé” sea la mejor película de Godard. Por lo menos es la más libre de pedanterías e ingenuos terrorismos culturales y políticos.


Luis Betrán.- Zaragoza, 17 de julio de 1978

No he cambiado ni una coma este viejo texto. La apostilla, no obstante, deviene imprescindible. A día de hoy para el cahierista irreductible – en cuyas filas no milito dado que me resultan payasescas – “A bout de soufflé” es la película que cambió para siempre la Historia del Cine. Para mi es tan solo un film grato que carece de trascendencia alguna en cualquier dimensión – política o artística – que se contemple. Y es obvio que “Los cuatrocientos golpes” se conserva mucho mejor a pesar de lo afirmado anteriormente. Finalmente los “ingenuos terrorismos culturales y políticos de Godard” rápidamente se metamorfosearon en farsantes y reaccionarios.

Luis Betrán.- Zaragoza, 1 de junio de 2012